miércoles, 24 de marzo de 2010

Capitulo 6


CAPITULO 6


Parece olvidarse de mi
pero mi padre se interesa por mi
tan solo pido la salvación
en este pequeña canción


Otra mañana mas, un día nuevo empieza, el día de ayer ya es pasado, ya es olvido. Ya he despertado y ahora me enfrento, con miedo, a la cruda realidad, ahora debo enfrentarme a mi primer soplo de aire real y vencerlos a todos hasta que llegue la noche, cierre los ojos y duerma plácidamente, en ese momento volveré a sumergirme en mis sueños y de nuevo todo sera perfecto. Quizás una reflexión demasiado profunda para ser tan temprano pero no se porque razón siento que hoy será mi ultimo día.
Alex no me desvirgo y yo no le explique la razón de porque se lo pedía, no podía decirle lo que pensaba que pasaría, y menos a el... Dentro de unas horas llegaran mis padres y me volveré a casa, cuando lleguen se supone que tengo que darle las gracias por haber dejado quedarme aquí... la pregunta es: ¿Cuantas veces me han dado ellos las gracias por aguantar sus palizas y no decir nada? Aunque, igualmente, ellos tenían el poder.
Por lo visto mi madre se a ido de compras con la madre de Alex y solo a venido mi padre a buscarme, la idea de quedarme a solas con mi padre todo un día o aunque sea solo toda una mañana, no me gustaba nada, era ponérselo demasiado fácil para que hiciese lo que yo pensaba que dentro de poco pasaría... Aun así, fuimos hasta casa, como siempre yo me metí en mi cuarto con la guitarra y el se quedo en el salón, nunca sabia que hacia en el salón mientras yo todo el día estaba en mi habitación, unos días suponí que tendría sexo con mi madre pero se me fue de la cabeza esa idea porque no les escuchaba gemir, en otros días mas imaginativos pensé que el salón de mi casa era el escondrijo de una peligrosa mafia del este, pero no, ahora estoy en los días que pienso que mi madre se dedica a no hacer nada y mi padre a pensar como puede cumplir su plan mas doloroso para mi.

La hora de la comida. Tenia pensado comer en mi habitación, como cada día, pero por una extraña y misteriosa razón mi padre me llamo para comer en el salón, los dos juntos, me gustaría haberle dicho que no, pero a ver quien se atrevía... Así que me senté con el en la mesa a comer. El silencio que había en ese momento perforaba mis oídos, el “tictac” del reloj hacia que diera un pequeño salto cada vez que hacia ese pequeño ruido, a cada segundo. Mi padre estaba raro... mas de lo normal y yo le tenia asco, mas de lo normal.

-Hija has crecido mucho y estas hecha toda una mujercita -me empezó a decir
-Ya... es que pasan los años... -hubo una pausa y yo la corté con una indirecta bastante directa... -tu lo notaras mas que nadie, no es lo mismo pegar al cuerpo de una niña de cinco años a uno de una niña de quince años.
-¿Sabes que? A veces pienso en aspirar a algo mas, y creo que va siendo hora de hacerlo -no se muy bien porque esa frase hizo que me recorriera escalofríos por todo el cuerpo.
-¿Que quieres decir con eso?
-Tu sabrás...
-No, lo sabrás tu que eres el que lo ha dicho.
-Querida hija tu madre ya no funciona igual
-A mi eso me da igual! Lo siento! ¿¡A mi que me cuentas?! -Por un momento pensé que estaba dentro de mi propio sueño, el de la noche anterior, o mejor dicho, dentro de mi propia pesadilla, la que yo misma había ideado mientras dormía, pero no, eso era real.
-Pues que si ella no quiere con alguien me tendré que desfogar -Me hubiese gustado levantarme y salir corriendo, pero mis piernas me lo impedían.
-Pues comprate una puta o una muñeca hinchable o las dos cosas!
-No, prefiero a alguien mas joven -En ese momento me levante pero fue demasiado tarde, el había estado mas rápido que yo y velozmente se había colocado justo detrás de mi silla impediendome el paso. Estaba perdida.

Silencio, eso era lo que respiraba en ese momento, otra vez sin un solo ruido, no había cenado a penas, no me había dado tiempo, me pregunto porque todas las veces que veo a mis padres acabo mal... también me pregunto donde esta David, e intentado rezar alguna oración pero no me acuerdo y me quedo a la mitad, esta claro, el destino no esta de mi parte, como siempre. Mi padre me cogió de los brazos y me inmovilizo, empece a dar patadas al aire, bastante tontería porque lo único que lograba era cansarme, me tiro al sofá, prefería que me tirara al suelo y me pegara patadas a que me tirada encima del sofá y me hiciese lo que me iba a hacer... El silencio se esfumo con mis gritos pidiendo auxilio, mi padre me pego una hostia en la cara, el labio me empezó a sangrar y la sangre brotaba sin parar. Pasaban tantas cosas por mi cabeza... y ni una buena. Tenia muy claro lo que pasaría ahora y creo que era la primera vez que me alegraría si viese a mi madre entrar por la puerta de casa, pero no aparecía, siempre jodiendo la cabrona de mi madre. Me di cuenta de que muchísimos pensamientos pueden recorrer la mente de una persona en milésimas de segundo, y mas si esa persona esta en peligro. En ese justo momento me acorde de Alex y David y el problema es que no se muy bien porque.
La paliza empezaba como siempre, puñetazos, patadas, etc. pero esta vez tenia de diferente que yo llevaba un viejo trapo de cocina en la boca, mi padre, si después de todo se le puede llamar así, sabia perfectamente que gritaría con todas mis fuerzas y no podría estar callada, como cualquier persona en mi situación. Estaba en la cama de matrimonio de mis padres y tenia al hombre que me creo encima, esta vez también escucharía los jadeos pero había una pequeña diferencia: los jadeos serian por mi “culpa”. No llevábamos camiseta ni uno ni el otro, la mía estaba echa trizas ya que no me apetecía demasiado quitarme la camiseta cuando me iban a violar, volviendo a la cama, e desabrocho el sujetador, por mi cabeza solo pasaba una cosa: Perdería la virginidad con mi padre, y si pudiese leer la mente de mi padre podría leer algo que no me gustaría, en ese momento me alegre de no tener el poder que de pequeña siempre soñaba tener, leer mentes, como echaba de menos ser pequeña y no tener tetas, así mi padre no me hubiese violado. Odiaba ver esa asquerosa sonrisa en su cara, demostraba que se iba a salir con la suya, odiaba tenerle encima, demostraba que una vez mas el tenia el poder, y odiaba que yo tuviese tan poca fuerza, demostraba que acataría sus ordenes arrajatabla. Se levanto ligeramente de mi cuerpo, por un momento tuve la esperanza de que se había dado por vencido, pero no, tan solo me estaba bajando las bragas, las bragas que el mismo había pagado, y se quito los calzoncillos, sabia perfectamente cual era el siguiente paso. No podía creer mi situación, en la cama de matrimonio de mis padres, con mi padre totalmente desnudo encima de mi cuerpo sin ropa, amordazada y con los pies y las manos totalmente inmóviles, llorando, creo que se acabarían las lagrimas, total, lo único que podía hacer era eso. Pasaron unos segundos y empezó, la primera vez dolió, tenia sumido que la primera vez que me penetraran seria doloroso, pero no tanto, supongo que dolería mas por estar violandome, el reía, tenia cara de placer y escuchaba como dejaba ir pequeños ruiditos de placer, mientras que yo lloraba y lloraba cada vez mas, solo pedía por favor que eso acabara, pero tan solo era el principio, lo hizo una vez mas, no pude ni siquiera contar dos segundos que ya lo había vuelto a hacer y así sucesivamente. Cuando acabo de “desahogarse” me dejo ahí, tirada en la cama de matrimonio de mis padres, las sabanas se habían manchado de sangre, al perder la virginidad había sangrado, la mordaza la tenia todavía puesta pero por lo menos ya podía mover los brazos y piernas, me dolía muchísimo a ahí abajo, no podía cerrar del todo las piernas y por fin ya había terminado de llorar, tan solo cerré los ojos y quise desaparecer de la tierra en ese mismo momento y no volver nunca jamas. Volvió, cuando abrió la puerta de la habitación abrí los ojos rápidamente, pensé dos cosas, una, que fuera mi madre y me ayudara y la otra, que era mi padre y volvía a violarme, era la segunda opción, aunque mi versión no era del todo cierta, no venia a violarme, tan solo venia a amenazarme, sera imbécil, se creía que iba a ir contando esto por todos lados, si le parece ahora salgo a la calle desnuda y grito por un megáfono “mi padre me ha violado!! pasen y vean!!” encima de cabrón, maltratador, pedófilo, hijo de puta, repugnante, inaguantable, abusador y de mas insultos también era tonto, definitivamente lo tenia todo, todo lo malo.

Por la noche mis padres me hicieron sentar a cenar a la mesa de nuevo, “que extraño” volví a pensar, y no pude volver a recordar lo del mediodía, por suerte ahora estaba mi madre y no creo que a ella también le apeteciese violarme ¿no? Llevaba toda la tarde entre llantos, intentando dormir para olvidarlo todo durante un rato y pensando en David ¿porque?¿porque no había intentado venir a buscarme?¿porque me había dejado abandonada de esta forma?¿porque me había mentido al decirme que le importaba? Una rabia subía por mi cuerpo, pero igualmente deseaba volver a ver su carita de niño malo, su pelo largo, sus ojos, esos que me transmitían tanta seguridad, quería volver a abrazarle, a darle dos besos, quería estar de nuevo con el en cambio aquí estoy con dos violadores y maltratadores llamados mis padres.

La noche fue tranquila, me hizo mucha ilusión que mi padre pensara que con la violación ya era suficiente y no me pegase, todo un detalle por su parte. La mañana se asomo mas emocionante.
Las siete de la mañana, un sábado y sin nada que hacer ¿porque estoy despierta? Unos gritos fuera de mi habitación me han despertado de mala forma, en todo eso solo había una cosa buena, habían tres voces y a las tres las conocí rápidamente, mi madre, mi padre y... ¡David! Salí corriendo de mi cama y antes de abrir la puerta me lo pensé dos veces, estaban discutiendo, quizás era por mi... así que me vestí, volví a preparar una mochila de escapada, mas vale prevenir que curar, nunca se sabia cuando tenia que salir corriendo con David huyendo de mis padres. Ahora si, salí, y todos miraron hacia mi

-Em... ¿hola? -saludé con miedo de que la hubiese cagado
-Naiara! Menos mal que sigues viva! -se alegro al verme, ¿entonces porque me había dejado aquí estos días?
-Sí, no seria gracias a ti -le conteste, la expresión de su cara cambio de una sonrisa a una expresión de... ¿pena?¿tristeza?
-Tú, niña! Vuelve a tu cuarto! -me dijo mi madre
-No, yo me quedo aquí -al decir eso corrí en ponerme al lado de David,estaba enfadada con el pero prefería quedarme a su lado infinitas veces mas
-Sí, ves a tu cuarto -le mire, ese no podía ser David... -pero a coger tus cosas, te vas de esta casa -ahora si que era el y le hice caso, fui hasta mi cuarto y cogí la mochila, de mientras oía gritos y salí cuando estaba lista
-Es totalmente legal que me la lleve, así que compraros una muñeca hinchable para pegarle. -Esa fue la frase que oí de David, no sabia que venia pero pude entender que hablaban sobre mi. -nos vamos Nai

Así logre otra vez estar fuera de las paredes que tanto me hacían sufrir. Me preguntaba como explicaría todo lo pasado a David, que le contestaría si me preguntara: ¿que te han hecho?, y a demás, tenia que seguir averiguando que es eso que ocultaba David. Montamos en el coche, había silencio, un silencio escalofriante que me ponía nerviosa, hasta que decidí iniciar una conversación

-Gracias por venir a por mi
-Lo siento -me dijo sin dejar de mirar la carretera- Estaba intentando sacarte de esa casa del modo legal y así no tendríamos problema, y de momento puedo decir que lo he conseguido, siento haber tardado tanto
-Supongo que da igual, al fin y al cabo has venido a buscarme y me has sacado de ese infierno.
-Dime, ¿que tal a sido?¿que te han hecho?¿te falta algún dedo? -al decir la ultima pregunta me sonrió y yo le devolví la sonrisa aunque no me apetecía para nada hacerlo si luego le tendría que contestar a esa maldita pregunta
-Ha estado como siempre, me han hecho lo de siempre y sí en cada mano debo tener cuatro dedos si que los tengo todos -al decir lo ultimo reí
-mmm... cuatro dedos... no esta mal, yo tengo dos por mano -bendita sea mi pequeña broma, parecía que no le iba a dar mas vuelta a las preguntas que me había hecho antes de la de los dedos- ¿porque andabas raro?- parecía que le había subestimado, si que le daría vueltas
-Me caí, con la mala suerte que me abrí de piernas y con lo poco elástica que soy yo... me he destrozado la ingle y no puedo ni siquiera cerrar las piernas
-Eres patosa pero no tanto... -con esas palabras acabó nuestra conversación, no le contesté y el averiguo por si mismo que lo que menos me apetecía era hablar sobre porque andaba “mal”.
-Debo contarte unas cuantas cosas... -volvió a reiniciar la conversación
-¿el que? -pregunte ansiosa
-Debo decirte toda la verdad, no puedes seguir engañada, ya lo has estado suficiente.

3 comentarios:

  1. Me encanta tu historiiia!
    aver si le cuenta ia toda la verdad :D
    Spero qe sigas con la istoria pronto

    Besoooos!

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  2. Wooow!! enserio me impresiono la historia!! =O siguela por favor

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  3. Madre mía!! Y sólo tienes casi 15 años?? Ya puedes tomarte esto en serio y mandarlo a alguna editorial, tienes una mente privilegiada... Seguro que se pelean por publicar tu historia!! Besitos The Marigold Shine

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